ABUELITA JAPONESA MANEJA MANUALMENTE MÁQUINAS EXPENDEDORAS EN EL CAMPO

Un lugar único donde realmente hay una persona dentro de una máquina.

En Japón, los dagashiya son tiendas de caramelos de la vieja escuela con dulces baratos conocidos como dagashi. (Si viste el anime ya estarás acostumbrado al termino) Estas antiguas tiendas, son muy apreciadas por los niños y por los adultos que les gusta revivir los días de su infancia, se encuentran repartidas por todo Japón, pero en la vecina prefectura de Chiba, en Tokio, se puede encontrar una especialmente inusual, llamada Maboroshido.

Situada en la ciudad de Yachiyo, Maboroshido fusiona lo retro de una tienda de caramelos con algunos elementos de entretenimiento bastante inusuales. Sin embargo, está un poco lejos de los servicios de transporte público, ya que la parada de autobús más cercana está a un kilómetro.

Aquí no hay ni rastro de gente, pero este tablón de fotos recortado del personaje original de la tienda, un espíritu del agua kappa llamado Kappa Yappe, con las palabras "¡¡He venido a Maboroshido!!" escritas en él, nos prometía que íbamos a disfrutar.

Fuera de la tienda pudimos ver un par de máquinas expendedoras retro...

Después de mirar un poco, vimos una pequeña ventana junto a una de las máquinas expendedoras.

Asomando la cabeza por la esquina, oímos un crujido y, de repente, otra cabeza asomaba por la esquina, mirándonos. un ¡Kappa Yappe!

Asustados por la aparición sorpresa del personaje, nuestro pulso se aceleró, y entonces el kappa empezó a hablar.

El kappa hablaba con una voz que parecía mecánica, como si alguien hablara a través de él con un micrófono que cambiaba la voz. Cuando nos preguntó en qué podía ayudarnos, le dijimos que queríamos comprar caramelos, y el kappa nos dijo que podíamos hacerlo en la máquina expendedora roja.

Una vez que nos acercamos a la máquina, vimos que no se parecía a ninguna otra que hubiéramos visto antes. Para utilizarla había que hablar y simular que se usaban los botones, y también había que poner dinero en una bandeja, porque esta máquina expendedora era totalmente manual y la manejaba una persona que estaba detrás.

Curiosamente, estas máquinas expendedoras operadas manualmente eran mucho más divertidas de usar que las automatizadas cotidianas, por lo que decidimos probar también la máquina de hamburguesas.

Kappa Yappe apareció nuevamente para guiarnos a través del proceso de compra, indicándonos que presionemos el botón "pulsar" y coloquemos nuestro dinero en la bandeja como antes.

Al sentirnos repuestos después de la comida, pedimos al amable kappa si podíamos asomarnos detrás de la cortina y averiguar más sobre lo que ocurre detrás de las máquinas. El kappa accedió amablemente y nos permitió acceder a la misteriosa sala de control.

En cuanto aparece un cliente frente a una de las máquinas expendedoras, Murayama entra en acción, canalizando el espíritu de Kappa Yappe con su micrófono y manipulando la mascota a través de la ventana.

La pasión de Maruyama por su trabajo es realmente impresionante, pero la verdadera razón por la que surgió esta idea son los efectos paralizantes de la pandemia de coronavirus en su negocio. Maruyama dirigía originalmente una pequeña tienda de dagashi en el lugar hasta que llegó la pandemia, pero cuando el gobierno empezó a pedir a los negocios que restringieran sus horarios y se adhirieran a contramedidas como el distanciamiento social, tuvo que encontrar otra forma de mantenerse a flote.

Maruyama está decidida a seguir adelante, repartiendo bebidas y aperitivos a los visitantes de una forma diferente, una forma que algunos dirían que es incluso más apasionada y memorable.

Maboroshido es realmente un destino que merece la pena visitar, ya que es uno de los lugares más inusuales en los que se puede parar a comer en Japón. También es un lugar estupendo para disfrutar de la compañía de un simpático kappa, y la buena noticia es que este no te chupará el alma como todos los demás.

Dagashiya Maboroshido / 駄菓子屋まぼろし堂

Dirección: Chiba-ken, Yachiyo-shi, Sonohashi 116-3

千葉県八千代市桑橋116-3

Fuente: SoraNews