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PICK DE LA SEMANA: AOBUTA, SER ADOLESCENTE NO ES NADA FÁCIL

Navegando por el catálogo de Crunchyroll me encontré con una serie de nombre larguísimo, que tenía a una chica con traje de conejita en el póster, algo similar al que utiliza Haruhi Suzumiya. Buscaba algo de pocos capítulos, para poder verlo en un par de días y escribir al respecto, así que probé con el primer capítulo y no pude parar. “Seishun Buta Yarou wa Bunny Girl Senpai no Yume wo Minai” o “Aobuta” para acortarlo un poco, será mi pick de esta semana.

Esta es la adaptación de una serie de novelas ligeras tituladas “Seishun Buta Yaro Series”, escritas por Hajime Kamoshida e ilustradas por Keji Mizoguchi. Es publicada desde 2014 y hasta la fecha cuenta con diez volúmenes, que dieron pie a la creación de un manga y posteriormente al anime.

El planteamiento es bastante sencillo. Sakuta Azusagawa (me costó días poder pronunciar el apellido) es un chico de segundo año de preparatoria, que estando en una biblioteca conoce a una chica vestida con un traje de conejita, pero que sólo él puede ver. Esta chica es Mai Sakurajima, una estudiante de su misma escuela, pero un año mayor. Tras encontrarse, Sakuta concluye que todo es provocado por un tal “síndrome de la pubertad”, una leyenda urbana, pero que él ha experimentado ya en carne propia. El dichoso síndrome desencadena eventos sobrenaturales de diferentes y desconocidos tipos y que se dan, como su nombre lo indica, durante la pubertad y adolescencia, ya que es durante estos años que se viven grandes cambios y emociones muy intensas.

Al ser adaptación de novelas ligeras, existen varios arcos argumentales que se desarrollan en dos o tres capítulos, todos alrededor del síndrome de la pubertad y que Sakuta y sus amigos enfrentan a lo largo de los trece episodios, que abarcan los primeros cinco volúmenes de las novelas, y la película que trata sobre los siguientes dos. Cada una de las historias nos sirven para explorar a los personajes, su pasado, sus sentimientos, sus pensamientos y en cada uno de ellos presenciamos una catarsis.

Me parece muy gracioso que dos de los temas más utilizados en esta serie ya los he hablado en semanas anteriores, tales como los viajes en el tiempo y el conflictivo mundo de las idols.

Pero “Aobuta” no se queda aquí, otros temas que se tocan son bastante importantes en la vida actual de un adolescente, como lo son el acoso, los amores no correspondidos, el querer encajar. Todo es explorado de una manera muy interesante y bien desarrollada, utilizando estas emociones como catalizadores del síndrome de la pubertad. Como mencionaba anteriormente, son estos mismos problemas que todos enfrentamos en algún punto de nuestra vida, los que permiten a nuestros personajes madurar y a que nosotros empaticemos inmediatamente.

Las relaciones humanas son, en definitiva, el punto fuerte a mi parecer. Las amistades son fuertes, vemos los problemas y también presenciamos cómo se resuelven. La hermandad (esta me pegó muy fuerte) y las relaciones de pareja son otro punto muy interesante y trascendental para la historia. Cada uno tiene algo que ofrecerle a los demás, todos se apoyan y están para ahí cuando se necesita.

La relación entre Mai y Sakuta me parece de las más maduras que he podido ver en el anime y en general. Su relación se construye con acuerdos, respeto y comunicación, sin mencionar la increíble confianza que se tienen el uno al otro y cómo se apoyan en todo momento. Se les siente muy sólidos y a pesar de sus complicaciones, son un hombro en el cual pueden recargarse siempre que haga falta. Mai es ahora una de mis waifus predilectas.

La animación está bastante bien trabajada, al igual que el diseño de personajes y la puesta en escena. Ningún aspecto me parece verdaderamente sobresaliente, pero cumplen de gran manera. Es inevitable que nos haga ruido en la cabeza, recordándonos a “Haruhi Suzumiya no Yuutsu” en estos aspectos y también en la banda sonora, con tintes muy cotidianos mezclados con otros sobrenaturales. Sin embargo, considero que “Aobuta” tiene sus propios elementos muy bien trabajados, lo cual lo diferencia de otras obras. Por un momento sentí que Sakuta sería un Kyon, pero afortunadamente me equivoqué.

Algo que me encantó fueron tanto el opening como el ending. “Kimi no sei” de The Peggies es espectacular y muy pegajoso, aunque el apartado visual es bastante simple. Por otro lado, los visuales y la canción de cierre, “Fukashimi no Karte” me parecen preciosos. Este tema está interpretado por las seiyus de la serie.

Y hablando de seiyus, otro aspecto maravilloso es el trabajo de todos los actores de voz. Hay una gran cantidad de momentos emotivos y que son trabajados excelsamente en este apartado. Es muy notorio la pasión y dedicación para imprimirle vida.

“Aobuta” está llena de momentos increíbles, de escenas intensas, dramáticas y asombrosas. Gran parte de esto se debe al desarrollo de personajes que mencioné anteriormente. En verdad es muy sencillo ponerse en sus zapatos y esto deriva en vivir cada cosa que sucede junto con ellos. Escenas como la de Mai en el tren o la secuencia final de la película… Sólo de acordarme se me eriza la piel.

Considero a “Aobuta” una serie hecha con amor, en donde se respira amor y se siente amor. Definitivamente se ha ganado un lugar en mi corazón.