"LA ALTA CALIDAD ES IMPOSIBLE AL RITMO DE TRABAJO ACTUAL" DECLARA EL PRESIDENTE DEL ESTUDIO RESPONSABLE DE ATTACK ON TITAN

El presidente del estudio WIT, responsable de las tres primeras temporadas de Attack on Titan y del próximo remake de One Piece, pronostica un futuro preocupante para la industria en unos comentarios sobre la calidad del anime frente al ritmo actual de producción.

George Wada, presidente de WIT Studio, fue preguntado por Anime Corner sobre si la industria del anime tendía cada vez más hacia expectativas mayores y si era sostenible una calidad tan alta. Respondió: "No creo que sea posible mantener este ritmo. Lo realmente importante es que el número de aficionados al anime en el mundo siga creciendo. Cuando haya más aficionados al anime en todo el mundo, las empresas estarán dispuestas a destinar más dinero a la creación de anime, lo que les permitirá seguir creando obras de tanta calidad. Así que, en todo caso, depende de que aumente el número de fans".

Suponiendo que esta inversión llegue, Wada dice que el mejor uso del dinero sería ponerlo "en la gente". Y prosigue: "Lo que haríamos sería destinar todo ese dinero a aumentar el personal y la cantera de talentos". Esto hace eco de las recientes declaraciones del director del Studio Pierrot de Naruto, Keirou Itsumi, que destacó el aumento de la remuneración de las horas extraordinarias y el deseo de que el personal reciba elogios directos de los fans a través de eventos. También guarda similitudes con lo que está ocurriendo en MAPPA a través de sus aumentos salariales y los eventos anuales MAPPA STAGE.

Varias figuras importantes del sector han destacado la insostenibilidad actual de la industria del anime, como la directora jefe de animación de Jujutsu Kaisen 0, Terumi Nishii. Los datos recientes de la NAFCA revelan que el crecimiento de la producción de anime está superando con creces el crecimiento de animadores competentes. Para satisfacer la demanda, se recurre a animadores novatos cuyo trabajo requiere cada vez más correcciones, lo que supone una carga para los directores de animación e impide a los animadores veteranos transmitir técnicas. Los animadores también han señalado que, dado que la producción de anime suele comenzar tres años antes del estreno, esta tendencia no tiene planes de detenerse en un futuro inmediato.