¿EL GOBIERNO QUIERE CONTROLAR EL ANIME? KEIDANREN PIDE APOYO “URGENTE” A LA INDUSTRIA OTAKU
- Rodolfo M Morales
- 11 oct
- 1 Min. de lectura
El gigante empresarial japonés Keidanren acaba de lanzar una bomba política y cultural: pidió al gobierno nipón apoyar con fuerza las industrias del anime, manga y videojuegos, y endurecer la lucha contra la piratería. Lo hizo a través de un “mensaje urgente” publicado el 6 de octubre, según reportan nuestros amigos del medio Mainichi Shimbun.

A primera vista, suena bien. Japón vive un boom global gracias al Cool Japan, donde su cultura pop rivaliza con la exportación de semiconductores. Keidanren asegura que los contenidos creativos deben ser “motores centrales de la economía”, y propone medidas como más inversión en localización, marketing y salarios para animadores. En pesos mexicanos, ese tipo de apoyo estatal equivaldría a subsidios multimillonarios con impacto directo en el empleo.
Pero no todo es color de rosa. Cuando el Estado y las megacorporaciones se acercan demasiado al arte, la libertad creativa suele ser la primera víctima. El plan incluye “endurecer la piratería”, lo que podría traducirse en bloqueos automáticos, penalizaciones masivas y una caza de brujas contra fanarts, doujinshi o parodias que siempre han sido parte vital del fandom japonés.
El riesgo es claro: si el anime y el manga se convierten en simples herramientas de “marca país”, lo subversivo y lo experimental podrían desaparecer en favor de lo “exportable”. En un intento por proteger su patrimonio cultural, Japón podría terminar domesticando el espíritu rebelde que hizo única a su industria.
Apoyar al anime es vital. Pero también lo es mantener viva su irreverencia.
































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